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martes, 31 de mayo de 2016

Peces muertos para reivindicar la vida marina. "Fishlove" y la implicación de John Swannell y Denis Rouvre.

Julie Christie posando para John Swannell


foto de John Swannell
Queremos hoy volver a un tema que ya habíamos tratado al respecto de un proyecto común que implica a más de un ilustre fotógrafo social y comercialmente tan bien posicionado como John Swannell y que habíamos traído a colación por la parte que le tocaba a Denis Rouvre. Se trata de la aparición periódica de campañas reivindicativas que buscan estrategias para llamar la atención del público.
Los animales suelen ser un buen pretexto iconográfico para atraer miradas, y su presencia en el mundo audiovisual da fé de ello.
foto de John Swannell
El cuerpo humano convertido en modelo de belleza y objeto de deseo sexual, también, y nadie duda de que el desnudo, femenino principalmente, constituye un recurso escópico que parece no agotarse pese a su proliferación mediática, sencillamente porque sigue estando vetado en la cotidianeidad social. Esto hace que siga siendo un buen medio para llamar la atención, hasta el extremo de constituir un tópico como forma de protesta de feministas, animalistas, ecologistas y cualquier tipo de agrupación que pretenda ofrecer un mensaje supuestamente transgresor o rupturista, con lo que el desnudo parece asociarse a una cierta ideología progresista o de izquierda y adquiere un engañoso poder para disfrazar (paradójicamente omitiendo cualquier vestimenta en aras de una verdad aparentemente desnuda y a menudo impostora). Cuántos calendarios de colectivos desnudos han servido para recaudar fondos. La vanidad y el vértigo transgresor parecen disiparse en aras de una buena causa, a menudo supuestamente altruista. Reivindicar algo desnudándose ya no es ninguna novedad pero sigue dándose por muchos motivos, entre los cuales tal vez el más básico sea la simple curiosidad del público por contemplar la desnudez del vecino, especialmente si este posee algún tipo de notoriedad social o se trata de alguna celebridad.
Hoy nos sentimos obligados a actualizar una entrada de hace ya tres años, a finales de 2013, en la que atribuíamos a Denis Rouvre la autoría de un proyecto fotográfico destinado a concienciar sobre la sobreexplotación pesquera de los recursos y especies marinas. Esto habría que matizarlo. Lo cierto es que Fishlove, "amor por los peces", se creó en 2009 por Nicholas Röhl, co-propietario del Moshimo, un restaurante japonés, y la actriz Greta Scacchi para dar a conocer las prácticas de pesca insostenibles que están destruyendo el ecosistema marino de la Tierra y que amenazan las economías locales en todo el mundo.

Las redes se hacían eco de la iniciativa con comentarios más o menos ingeniosos para describir el resultado como la presencia de mujeres, todas ellas celebridades, que aman el pescado/los peces (en inglés no existe distinción entre ambos términos y por tanto "fish" hace referencia tanto a materia comestible como a ejemplares contables de uno en uno -sería como referirse a los animales terrestres como "carne"-) lo suficiente como para desnudarse con ellos con el fin de llamar la atención sobre el triste hecho de que no estamos practicando algo remotamente cerca de lo que podría llamarse  prácticas pesqueras inteligentes y sostenibles y, consecuentemente, estamos rompiendo las poblaciones de peces. 
Sin embargo, no todos los participantes son mujeres hermosas o reclamos sexuales, ya que han participado también hombres  y mujeres maduros cuya desnudez adquiría sin duda una significación diferente cara al público. No obstante, las redes y la prensa escrita destacaban la desnudez de las féminas célebres y hermosas. Aquí cabría hacer un inciso y aclarar como mínimo que podríamos dedicar todo un libro al estudio de la reiterada asociación, en el arte figurativo, y muy especialmente en la pintura y la fotografía, entre mujer y pescado, entre cuerpos femeninos desnudos y animales marinos (creo que sólo con los pulpos llenaríamos un volumen). De hecho, como hemos venido observando, la presencia de animales vivos o muertos (cada vez más muertos, diríase, cosa seguramente sintomática y preocupante) junto a sujetos humanos aceptablemente hermosos parece constituir una insalvable tentación para los fotógrafos desde hace mucho tiempo, sea en forma de más o menos insólitas fotografías documentales o antropológicas (como las que he seleccionado al final de este comentario para dejar constancia del género) o como recurso resultón en fotografía artística o de moda.

Lo que personalmente me sorprende es que gran parte de los comentarios que he podido recopilar al respecto del proyecto en el que han participado fotógrafos de la talla de Swannell o Rouvre consideraban que Fishlove constituía un mundo aparte que mejoraba, por poner un ejemplo, el estúpido intento de PETA para manipular a los niños con su atroz campaña de gatitos de mar, considerándolo un grupo práctico y pragmático de activistas mientras que PETA sería una secta de fanáticos pseudo-religiosos (cosa en la que casi estamos de acuerdo). 
Sí, es cierto que "Lovefish", al igual que todos los militantes, basa sus acciones en el peor de los casos y probablemente exagera la inmediatez de la amenaza tanto para los ecosistemas marinos como para las economías locales. Eso no significa, sin embargo, que acierten en la forma de su planteamiento.

Fishlove está producido por Moshimo, el restaurante japonés con base en Brighton y constituye un interés de la empresa sin ánimo de lucro (si desconsideramos la campaña mediática y publicitaria que esconde) que se basa en la enorme generosidad de los fotógrafos que han tomado estas imágenes y de todas las personas carismáticas que han cedido su retrato.

Decíamos al respecto de las imágenes realizadas por Rouvre hace tres años:

Animalidad y desnudo. Proyecto fotográfico con peces.

Proyecto fotográfico de Denis Rouvre para campaña de dudosa o polémica credibilidad. O al menos esto opinan algunos sectores de la antrozoología más tendenciosa y proteccionista, quienes no acaban de entender cómo sensibilizar sobre el valor de la vida marina utilizando para ello cadáveres que remiten más bien a recursos alimenticios.
Ya habíamos comentado anteriormente, en relación a un proyecto de Dimitri Yeros que utilizábamos como ejemplo,  lo mucho que gusta a los artistas fotográficos asociar la fotografía de desnudo a la fotografía con animales, asociando los conceptos de animalidad y desnudez. En el caso que nos ocupa hoy, la desnudez de personajes más o menos célebres es reivindicativa (deberíamos dedicar una enciclopedia a las manifestaciones reivindicativas que recurren a la desnudez), y sus detractores más críticos encuentran dicha reivindicación un tanto paradójica (no sin razón).
Se trata de proteger los mares y sus recursos naturales, evidenciando en estas imágenes su falta de protección ante la intervención humana, lo cual pone en peligro la propia integridad humana, representada en toda su fragilidad por la desprotección de unos cuerpos desnudos que reivindican sus lazos con los océanos donde se originó la vida cubriéndose con los cuerpos de peces que ejercen de contraste icónico y simbólico.
No creo necesario volver a incidir en todo lo que dijimos sobre la cosificación de los animales, y en particular de los peces (tratados como "pescado", materia alimenticia genérica) porque ya lo hicimos en su momento a propósito de otro proyecto fotográfico de Carl Warner, y también hemos dado fé de la relación entre la simbología del cuerpo femenino y el medio marino (ver la entrada dedicada a este respecto, en aquella ocasión aprovechando la publicación de los trabajos de Natalia Avseenko en forma de reportaje fotográfico de la naturalista desnuda entre ballenas beluga en las frías aguas del Ártico).

Lo que podríamos añadir a lo que ya habíamos comentado, pues, es poco, aparte de destacar las diferencias estilísticas entre los retratos realizados por Rouvre, con predilección por los fondos oscuros, y los realizados por Swannell, de fondos más claros o con composiciones en ocasiones más arriesgadas, que en su día ignoramos. He de decir que muchas de las fotografías me parecen excelentes y memorables, pero sigo pensando que en absoluto consiguen su objetivo, sino más bien lo contrario, ya que cosifican los cadáveres empleados.
Volvemos una vez más al uso de los cuerpos de los animales como fascinantes y llamativos motivos artíticos desposeídos de dignidad fuera de contexto (nunca mejor dicho, como peces fuera del agua).

                                                                                                                                                                                                            Los recopilatorios tánato-antrozoológicos de Emma Kisiel bien podrían haber incluido esta campaña pretenciosamente artística y más pretenciosamente aún reivindicativa. El resultado nos parece frívolo, sobre todo cuando pretende ampararse en sus objetivos concienciadores y conservacionistas, desde el momento en que tratan a los ejemplares zoológicos como mercancía, o sencillamente como bichos fríos y ajenos que ofrecen un contraste iconográfico con los tibios cuerpos desnudos que, por contraste, reclaman todavía más nuestra empatía antropocéntrica.
Ya he comentado en alguna ocasión, al respecto de mi etapa realizando escenografías naturalistas en el zoo de Barcelona, que si accidentalmente algún visitante del zoo se rezagaba lo suficiente, podía llegar a contemplar la alimentación de los reptiles del terrario a base de conejos, ratas o pollitos, lo que solía desembocar en airadas protestas, pero, en la época en la que los osos eran alimentados con carpas vivas para estimularlos nadie protestaba por el sufrimiento de los peces. El especismo rompe fronteras hasta que llega a los órdenes y los filos más alejados. Los vertebrados antes que los invertebrados. La sangre caliente en contraste con la fría, los mamíferos por encima de las aves. Especismo antropocentrista.

Recordamos algunas de las fotografías de Rouvre y rescatamos las que no mostramos en su día de Swannell, que reclamaron la atención pública gracias a sus célebres modelos. Así, si Rouvre se viralizó en su día colgando un congrio del cuello de Gillian Anderson, Swannell lo hacía con Judi Dench, Fiona Shaw,  Julie Christie, Helena Bonham Carter o Terry Gillianentre otros.




foto de John Swannell

foto de John Swannell




Foto de Denis Rouvre

Foto de Denis Rouvre

Foto de Denis Rouvre

Foto de Denis Rouvre

Foto de Denis Rouvre

Foto de Denis Rouvre









foto de John Swannell


Foto de Denis Rouvre

foto de John Swannell





Foto de Denis Rouvre

foto de John Swannell

foto de John Swannell

foto de John Swannell

Foto de Denis Rouvre

foto de John Swannell

foto de John Swannell


foto de John Swannell

foto de John Swannell







foto de John Swannell

foto de John Swannell


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